El otro chaqueño o la vida de Oscar Alemán. Nacido el 20 de Febrero de 1909, en la República Argentina. Oriundo de Machagai, provenía de una familia de músicos.
El chaqueño era un prestidigitador y un “chanssonier”, un velocista y un efectista, un comediante y un danzarín, de improbable réplica contemporánea. Impuso el hábito de girar y apoyar la guitarra sobre las espaldas, y ejecutar (hacia atrás) fragmentos de canciones.
De niño tuvo una vida dura que está reflejada con exquisitez y respeto en la película “vida con swing” montada sobre el impactante relato de Quique Pessoa. A causa de una separación familiar, Oscarcito comienza, a los diez años, una vida de errancia y autodeterminación, constantes de su vida futura. Se lo recuerda lustrabotas en las diagonales de Sáenz Peña. Alguien le acerca un “cavaquinho”, pequeña guitarra de cuatro cuerdas, con lo que inicia una carrera excepcional de instrumentista.
De vuelta al país, logra un éxito impactante, pero persuasivo: su tema “Rosa madreselva”, se proyecta como pieza de culto y cifra de venta. Diez años después, con su invariable humor activo, funda una escuela de aprendizaje para jóvenes guitarristas, sin sustento económico. Alrededor de 1926, toca, de manera profesional, en cafés y clubes nocturnos, junto a Gastón Bueno Lobo, otro guitarrista con quien forma un dúo de género variado. Incursiona como autor de tangos, y Agustín Magaldi le graba una versión. Alterna actuaciones con Carlos Gardel y se vincula con Enrique Santos Discépolo. Viaja después por tierra brasilera y otras latitudes sudamericanas. Estimulada por la curiosidad de un talento expandido, la diva del jazz Josephine Baker lo convoca a una prueba que lo confirma y la deslumbra. Ambos conforman un dueto antológico. La invasión alemana a París, en 1940, los obliga a desmembrar la compañía y continuar separados. Alemán, conoce a Louis Armstrong y Duke Ellington, quienes detectan su capacidad de improvisación y su intuición.
Pero es Django Reinhardt, el célebre guitarrista gitano, quien lo influye en la percepción y en los códigos instrumentales. Ambos se admiran y respetan, comparten sesiones e improvisaciones y tocan en el Hot Club de Francia. La historia se ha encargado de discutir largamente quien fue superior, en lugar de disfrutar la particularidad de cada autor. Tras regresar a la Argentina, alcanzó una popularidad pocas veces conocida entre los intérpretes de jazz. Pese a los años de ostracismo, desde fines de los cincuenta hasta fines de los sesenta, comprobó a su regreso que la popularidad y el cariño de la gente se mantenían intactos. Se divirtió en los escenarios, jugando con el público y su guitarra hasta pocos días antes de su muerte, ocurrida en Buenos Aires en octubre de 1980.
Versátil en todos los ritmos, Oscar Alemán fue esencialmente un artista que encontró en la guitarra la manera de desarrollar su genio. Alemán se mantuvo en su carácter de solista y convoca a un quinteto de tres violines, contrabajo y batería. El primer violín era Hernán Oliva. Las últimas grabaciones las concreta junto a Eduardo Ravera, rodeado por sus discípulos. Oscar Alemán, esposo de Carmen Vallejos y padre de Selva Alemán, talentosas actrices nacionales, falleció el 14 de Octubre de 1980. Desde el otro siglo, su nombre figura en los anales de la Enciclopedia Mundial del Jazz.
Fuentes:
Vida con Swing (documental sobre la vida de Oscar Alemán)
Tributo a Oscar Alemán (Guillermo Iacona)